Querido/a lector/a,

¿Ha visto alguna vez en su jardín, o durante un paseo, este original insecto?


¡Es la tijereta!

De niña, recuerdo cómo me impresionaba su nombre: «¿la tijereta? ¡Qué grandes pinzas tiene! Debe doler mucho».

Afortunadamente, su nombre es engañoso:

No, no perfora y no, no es peligroso.

Por el contrario, es uno de los ayudantes más valiosos del jardín.

Se le dio este nombre por las garras que lleva con orgullo en su parte trasera. El macho y la hembra se distinguen por su forma:
La hembra tiene garras rectas, como un par de tijeras. Los utiliza para cazar o proteger a sus crías.
El macho tiene garras curvas, como ganchos. Sólo las utiliza para ahuyentar a un depredador o para seducir a su dama.

Estudiada en el Instituto Nacional de Investigación Agrícola y Medioambiental, la tijereta es una formidable cazadora capaz de atacar hongos, gusanos, orugas, pulgones o psílidos del peral (una importante plaga de insectos en los huertos…) (1)


En invierno: las tijeretas hembras no hibernan… Están cuidando de sus crías.

Sí, la tijereta es uno de los insectos que cuidan de sus crías.

Encerradas en su nido, limpian concienzudamente sus huevos para protegerlos de los hongos, los microbios y la posible falta de humedad.

Sin estos cuidados, los huevos mueren.

En primavera, una vez que los huevos han eclosionado y las larvas son lo suficientemente grandes, la nueva generación abandona el nido y recorre los jardines en busca de pulgones para comer.

Cómo invitarlas a entrar en el jardín?

Es bastante sencillo para un entusiasta de la permacultura. Sólo tienes que :

No utilizar plaguicidas (son realmente muy sensibles a estos productos)
No arar la tierra (para no destruir los nidos)
Dejar los árboles muertos en su sitio (les gusta esconderse en las cavidades de la corteza)
Instalar setos (les gusta esconderse y alimentarse en ellos)
En este periodo invernal, puedes prepararte para su llegada preparando refugios para ellos este año.


– Coge una maceta;
– Rellénalo con paja;
– Y ponlo boca abajo cerca de un árbol, o en un rincón del jardín lejos del frío y el viento.

Qué pasa después?

Cuando salgan en primavera, encontrarán estos refugios para guarecerse durante el día (están activas sobre todo por la noche).

Una vez habitadas, basta con trasladarlas cerca de sus árboles frutales (por ejemplo) si son atacadas por orugas o plagas de insectos.

Las tijeretas se las comerán vivas con gusto.

Y por si fuera poco, estos refugios facilitarán que las tijeretas pasen el invierno el año que viene. Esto mantendrá fieles a estos pequeños aliados en ciernes durante muchos años.

Cuídate mucho.

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